Esas páginas de recoger firmas que no sirven [casi] para nada

Voy a coger prestado un twitt de @CripticaOrg para intentar explicar, para profanos como yo, lo que supone usar una web de firmas tipo change.org*. Antes de nada, el twitt en cuestión:

Estas webs funcionan de la siguiente manera: una persona coge y registra una «causa» de protesta: Una especie de noticia en la que indica un número de firmas estimadas según la cual, supuestamente, esa causa será escuchada por el organismo, persona, colectivo, becerro de Oro que se supone que tiene capacidad de ponerle remedio/solución/pasar olímpicamente de ella. Después de esto la gente comparte el enlace y firma poniendo su correo electrónico, su número de teléfono y ya.

El resultado a primera vista es que el número de firmas crece y que nos acercamos un poco más, lenta pero inexorablemente, a ese límite que hará que se ponga remedio a esa cosa que tanto nos perturba. La realidad es que no solo no se va a solucionar esa causa sino que alguien va a usar los datos que hemos dado para hacer negocio o cosas más oscuras.

¿Cómo que para hacer negocio? ¡¡Pero qué mal pensado eres!! ¿Cómo van a hacer negocio con mi correo electrónico?

De una forma sencilla. Tú, como usuario de timo.org**, al dar tu correo electrónico, estás creando un índice en torno al cual vas a ir añadiendo información. Vas a decir al creador de timo.org qué cosas te inquietan a base de ir firmando diferentes causas. Seguramente, con el paso de unos meses, sabrá que te preocupa el bienestar animal, que estás en contra de la guerra en Siria, que quieres que se deje paso libre a los refugiados y que te quitan el sueño las políticas raciales del reino de Zamunda. En timo.org sabrán que compartes inquietudes con un buen montón de gente que ha firmado algunas de las campañas que has firmado tú. Sabrá seguramente, porque se lo has dicho a través de esas firmas y de los metadatos que se guardan con cada conexión a su web, en qué localidad vives (más o menos) o trabajas. Sabrá que sistema operativo usas en el ordenador, tablet y móvil, qué navegador usas (cuidado, puede saber que usas Internet Explorer 9!!!!) y, cruzando esos datos con otros obtenidos en otras webs que hacen otro tipo de campañas, seguramente ya sepan tu edad, sexo y profesión. Obviamente todos estos datos les sirven para cosas, como por ejemplo vender tu correo electrónico junto con otros miles a una empresa de marketing interesada en hacer una campaña de publicidad de un nuevo producto para mascotas. Recuerda que saben que te importan los animales. Esa empresa va a ganar dinero a cambio de la información que le has dado. Con tu información, no ganará mucho, pero con la tuya y la de los otros cientos de miles que usan su plataforma, si.

Pero eso es ilegal!!!

Bueno, en el paraíso fiscal de Delaware, EEUU, no es ilegal. Y de hecho ni siquiera tiene que tributar por el beneficio que saca con la venta de tus datos.

Ya, bueno, pero no tengo nada que ocultar

Eso porque tú lo digas. A través de tus firmas, o de tus twitts, o de lo que cuelgas al muro de facebook, estás, estamos, dando una valiosísima información de relaciones sociales a empresas privadas. Cruzando toda esa información, aunque no publiques twitts con chistes sobre dictadores y su forma de morir, una empresa puede saber a qué manifestación has ido, con quien hablas por mensaje directo (igual el contenido no, aunque es probable que también), con qué colectivos sientes más afinidad y con cuales menos… es decir, estamos dejando en manos de empresas privadas (y gobiernos) una extensísima información sobre nuestras filias y fobias sociales, consciente o inconscientemente. Si es lo primero, como es mi caso, te/nos lo deberíamos mirar. Si es el segundo, espero que ahora abras un poco los ojos.

Ya, eh, si, pero… ¿y qué hago? ¿Me doy de baja del facebook?

Es un principio, aunque también tendrías que dar de baja la línea del teléfono móvil, poner de cara a la pared esa smartTV de 45″ del salón y cambiar de coche por uno de esos que dentro de pocos años solo vas a poder conducir por Mongolia central.

Igual un primer paso es dejar de usar timo.org. Otro es pasarte a redes sociales libres, aunque las tengas conectadas con las comerciales, para saciar el mono… y luego, hasta donde quieras llegar. Aquí tienes la información; úsala como quieras.

Y recuerda:

Cuando un servicio es gratuito es porque tú eres el producto.

* Como habrás visto no he enlazado siquiera en la web, porque paso hasta de darle tráfico.
** Vamos a darle un nombre más acorde a la realidad que change…

Extraños compañeros de viaje

No voy a sorprender a nadie si digo que llevo afiliado a la CGT desde hace casi ocho años. No soy un afiliado «de toda la vida», no dispongo de muletillas en mi discurso del tipo «…en tiempos del compañero Segis…» ni nada de eso. Lo cierto es que hace catorce años yo era un padefo como otro cualquiera. Pero a base de acudir a asambleas y de ver como funcionaba la buena gente de la Coordinadora de Informática me fui empapando de su discurso y de su ideología hasta hacerlas también mías.

Hoy, en la manifestación por la jornada de 24 horas de huelga de las compañeras de Telemarketing, he visto una imagen que no recuerdo haber visto en mis años de militancia: un político, que digo uno, varios, en la cabecera de la manifestación codo con codo con militantes de la CGT.

¿Realmente alguien ha llegado a la conclusión dentro de CGT de que es preferible obviar lo que pone en nuestros estatutos y en nuestro carnet por lograr notoriedad y visibilidad en los medios de prensa y redes sociales haciendo un hueco en la pancarta a representantes de un partido político?

Yo pienso que no, no merece la pena. Sí, estamos bastante cansados de que los medios de prensa «tradicionales» solo hable de nosotros cuando hay disturbios, además con el afán de mentir. Sí, es muy complicado lograr que la prensa se haga eco de las movilizaciones, campañas de sensibilización, de difusión o actos que se convocan y hacen desde nuestra organización y otras parecidas y afines. Pero no creo que la solución sea ponerse al lado de un partido político al que ahora le interesa ser la novia en la boda y el muerto en el entierro de todas las movilizaciones sociales. No compensa firmar cheques con quien, cuando toque, volverá a congelar toda la movilización en la calle como ya hizo en 2013 porque «ahora toca la vía de las urnas».

¿Que los de X partido quieren venir a juntarse con nosotros? ¿Que hasta nos invitan a hacerlo en el congreso? Pues muy bien, que vengan. Es más, hasta nos acercamos al congreso: pero quedándonos fuera, que en el barrio de Huertas hay un montón de garitos mucho mejores y con mejor cerveza. Si realmente les interesa venir a nuestra movilización y saber los motivos de ésta no les importará que sea a puerta cerrada en la parte de atrás de un garito, de una librería anarquista de Lavapiés o en los locales sindicales. Si sí les importa que no pueda ir la prensa a hacer fotos es porque, seguramente, eso es, para ellos, más importante que lo que les podamos contar. En este caso hay que plantearse si merece la pena hablar con alguien al que solo le interesas para sacarse la foto.

En el carnet que tengo en la cartera pone, por detrás:
Artículo 1º de los Estatutos de la CGT: La Confederación General del Trabajo (CGT) es una asociación de trabajadores y trabajadoras que se define anarcosindicalista, y por tanto: de clase, autónoma, autogestionaria, federalista, internacionalista y libertaria

 

Unas breves notas sobre religión

Voy a poner unas breves notas sobre las religiones que pueden servir, o no, para el debate sobre la imposición y/o uso de símbolos religiosos(1) en la vida pública.

Empecemos por hacer un poco de historia y recomendarles un buen libro: «El cercano oriente» de Isaac Asimov. Asimov a parte de escritor de culto de Ciencia Ficción fue un buen divulgador con bastante gusto y conocimiento por la historia antigua. En este libro habla de la aparición de las primeras civilizaciones de la época pre-histórica; civilizaciones en las que surgieron cosas que tanto han marcado a las civilizaciones actuales como la escritura, la legislación, el estado, la jefatura del estado y, tachán tachán ¡¡las religiones!! Porque si, las religiones, sin estado, legislación y poder, no tenían mucha utilidad. Las religiones que aparecen en Babilonia, Sumeria, Acadia, etc, son parte del poder, se alimentan de él y lo sustentan: el rey es un elegido de los dioses, cuando no directamente un dios, y por tanto ha de ser respetado. También están al lado del poder económico y cultural, ya que son los sacerdotes de estas primeras civilizaciones los que se encargan de controlar los graneros de las ciudades, contar y escribir las partidas que entran y salen de ellos, etc. Además aparecen los primeros relatos religiosos.

Hagamos un primer inciso; toda religión que se precie ha de tener tres componentes:

  • Un cuerpo teológico: en el que creer, normalmente un dios y su panda de amigos
  • Una jerarquía: que es la que media entre los humanos y los dioses
  • Unas normas de obligado cumplimiento: que son dictadas por el dios y escritas e interpretadas por la jerarquía.

Sin alguna de estas tres patas no estaríamos hablando de una religión como tal. Si mira las religiones imperantes a día de hoy todas ellas tienen estos puntos; salvo los protestantes que el tercero no lo cumplen del todo ya que dejan la interpretación de la biblia a todos los integrantes de la iglesia, no como los católicos que lo restringen a los sacerdotes.

Así pues tenemos a las religiones, que nacen en la «media luna fértil» de los ríos Tigris y Éufrates, a la vez que las primeras civilizaciones, la escritura y la primera legislación escrita de la que tenemos constancia: el código de Hammurabi.

Las religiones se expanden y se contraen a la par que las civilizaciones que las sustentas (y en las que creen). Hay religiones que se mantienen a día de hoy, como el culto a Ahura Mazda, que tiene sus inicios en lo que ahora es Turkmenistán hace cuatro mil años. Otras han desaparecido completamente, como el culto a Marduk. Y algunas nos han llegado muy muy muy modificadas a nuestros días, como el culto a Mithra, del que beberá el cristianismo convirtiendo en fecha santa por antonomasia el solsticio de invierno.

Así pues las religiones van de la mano de los gobernantes de las civilizaciones desde el principio. Las primeras religiones sirven como «legislación» ante los pobladores. ¿A quién vas a hacer más caso, a un rey que ha sido elegido por Dios o a un Dios que propicia que llueva, que haya sequías o que tu ganado se muera porque eres un maldito pecador? ¿Eh? Así nacen textos como el Levítico, libro que es común a judíos, cristianos y musulmanes y forma parte del Pentateuco, que no es más que un código penal muy primitivo(2)

Así llegamos a nuestros días, después de esta breve introducción. En nuestros días las religiones mayoritarias en torno al mediterráneo son dos: cristianismo (en todas sus vertientes) e islam (en todas sus vertientes), que tienen la cualidad de ser primas y proceder las dos de la religión judía.(3) Estamos pues ante tres religiones que se fundamentan en unos libros que contienen una «legislación» bastante primitiva escrita hace tres mil años y orientada a ser entendida y cumplida por un pequeño pueblo de pastores nómadas que vivían en medio de un cochino desierto y que eran zarandeados de un lado a otro por todas y cada una de las civilizaciones que pasaron por aquella piedra podrida que hoy es Jerusalém. Estamos pues ante tres religiones claramente machistas y heteropatriarcales, misóginas, basadas en unos mandamientos irracionales en la época actual(4). Y la lista de mandamiento es extensa.

Así pues, en el tema del velo, estamos hablando de una imposición religiosa basada en unos textos anacrónicos.

– Pues prohibamos esa religión
– Y las demás religiones también ¿no?
– ehhhhmmmm… ¿y tódo lo que ha hecho el catolicismo por nuestra cultura?

Bueno, si y no. Vamos a abrir un breve paréntesis y ahora pasamos a hablar sobre por qué es una inmensa idiotez prohibir las religiones.

El paréntesis es el siguiente: el catolicismo no impulsó las obras de arte. Al contrario: en el Concilio de Trento se prohibió, so pena de excomunión, la representación artística de motivos no religiosos o regios (no en vano los reyes eran designados por Dios). De ahí que pintores como Zurbarán, El Greco, Velazquez, etc solo representaran a la corte o a temáticas militares, religiosas o mitológicas. Si quiere ver arte laico de la misma época tiene que ir a los países de mayoría protestante.

¿Y por qué es una idiotez prohibir las religiones y, por extensión, sus representaciones en la vía pública?

Pues porque crea el efecto contrario. Si tú me prohíbes mi religión, en la que tampoco es que crea mucho pero es la que me han enseñado mis padres y los pobres se están llevando un disgusto, te voy a responder siendo más religioso. Si prohíben el pañuelo, lo llevaremos como sinónimo de libertad, de nuestra libertad. Y así, todo. Así convertimos en sinónimo de lucha por la libertad una imposición heteropatriarcal de la era del bronce.

Y lo sé porque yo me pasé mucho tiempo discutiendo con católicos de los dos lados del Atlántico en foros de ateos y de católicos y fue la mayor pérdida de tiempo: porque lo enfoqué mal. La confrontación es respondida con una reafirmación visceral. Si tú te ríes de mis representaciones religiosas llamándola «moñecos» yo pondré una figurita de San Pancracio en el frontal de mi coche. Si me impides entrar con velo, aunque yo antes no lo llevaba, ahora lo llevaré solo por fastidiarte.

¿Pero las mujeres musulmanas eligen libremente llevar velo? Probablemente no. Ni aunque digan que lo han elegido, pues existe un poso religioso. ¿Eligen libremente los católicos practicantes casarse por la iglesia? Pues seguramente tampoco: de hecho es un sacramento de obligado cumplimiento. ¿Elige un hijo de católicos ser católico de forma voluntaria? ¿Y el hijo de musulmanes? ¿Y el de zoroastrianos? Pues seguramente no. Lo hace por tradición, por enseñanza paterna, porque si no va a los ritos su padre le calza una hostia o porque si van le comprarán zapatos nuevos y le llevarán a comer con sus abuelos, que cocinan que te chupas los dedos de bien. No hay libre elección.

Entonces ¿qué?

Ignorar aquellas imposiciones religiosas que no vayan contra la salud y libertades individuales de los afectados: esto es, criminaliza la práctica de la ablación pero no a las personas que la sufren. Persigue al que impide que su hija vaya al colegio obligándole a llevarla él mismo, no poniéndole multas.

Notas al pie:

1- Voy a intentar tratar todos los símbolos religiosos por igual, aunque está claro que hay algunos infinitamente más degradantes que otros: la ablación, por ejemplo.

2- Por si interesa su lectura, hay que tener en cuenta que la biblia tiene múltiples traducciones. En el mundo anglosajón la más utilizada es la «Rey Jacobo» y en España la «Nácar-Colunga». Hay, por lo tanto, variaciones en versículos en función de la traducción que utilices http://www.iglesia.net/biblia/libros/levitico.html

3- No solo los cristianos tienen toda la Toráh en el Antiguo Testamento, es que la misma raíz del cristianismo es una secta judía abierta a los no-judíos que fue mutando y adquiriendo relevancia en el imperio romano hasta que el emperador Constantino la nombró como «oficial» en el concilio de Nicea.

4- La prohibición de comer cerdo tiene un doble motivo: por un lado el cerdo no es pastoreable como lo es el cordero, con lo que a los nómadas les provoca un problema. Por otro es un animal con mucho apetito y que, si no tiene comida, se comerá el sustento del humano que lo cuida, no como los corderos que con raíces polvorientas se bastan y se sobran.

Adopta un perro, caso práctico

La primera perra que tuve se la regalaron a mi hermana. Era una pastora alemana, algo chucho, que malcriamos y maleducamos demasiado. Un perro difícil en manos de primerizos. Cuando se murió con 13 años nos dio muchísima pena. Recuerdo a mi madre diciendo que no quería más perros en casa. Antes de un año estábamos en el albergue de una asociación recogiendo a «la perra que diera más pena». Nos trajimos una galga llena de heridas, a la que le faltaba un colmillo y que tenía un miedo atroz de todo y de todos.

Durante los primeros meses no te podías sentar en el mismo sofá que ella sin que saliera corriendo. Pero con tiempo y paciencia, nos empezó a coger cariño. Vio que la habíamos sacado de la calle y nos cogió cariño. Con el tiempo vino otro perro también recogido con el que hizo una amistad que duró mientras vivieron los dos.

Después de ella han venido más. En cuanto pude irme a vivir al campo lo tenía claro: adoptar perros grandes, que siempre cuesta encontrarles casa. Así que fue firmar mi sentencia de matrimonio con un banco en forma de hipoteca y adoptar un mastín. Un mastín que lleva conmigo ya 10 años. Luego, otra perra… hace tres años, otra más, esta vez una chuchilla pequeña, lista como el hambre y suave como acariciar un Nanas. Y este invierno, en mitad de las vacaciones, otro mastín que nos encontramos desnutrido por la carretera. Si sumamos los de mis hermanos, los que se nos han muerto de enfermedades o envenenados en algún parque por gentuza que solo espero que hayan muerto de alguna enfermedad cruel y dolorosa, sumamos 15 adoptados.

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Y son la misma alegría. Si, enferman, se hacen viejos más deprisa de lo que nos gustaría, pero tiene la manía de darnos más cariño que preocupaciones.

Si tienes pensado tener un perro, no lo compres: adopta uno. Los albergues están llenos de perros abandonados. No son cachorros lindísimos, pero te van a querer más que si hubieras sido el primero que ven en el momento de abrir los ojos. Son agradecidos, fieles, cariñosos. Tendrán sus miedos de haber pasado una vida asquerosa: abandonados, golpeados, mal alimentados. Y tú les vas a dar un techo, comida diaria y cariño. E incluso te los llevarás a la playa, a jugar con una pelota sobre un campo de hierva, a pasear por ríos a la sombra de frondosos árboles. No se cansarán de agradecértelo.

Esa religión basada en meter un papel en una caja

Esta semana, a raíz de un desahucio de una familia con cinco menores a su cargo, hemos podido ver argumentaciones tan «sorprendentes» como esta:

Para apreciar con plenitud el grado de cinismo y falta de humanidad de este twitt, como si fuera posible tal extremo, hay que tener en cuenta que solo unos días antes se habían celebrado e[r|l]ecciones generales y no había salido flamante triunfador el fénix de la oratoria política, nuestro amado líder, el faro que guía nuestros pasos de simples mortales por este valle de lágrimas, el lucero del alba que nos ha dado la divina providencia para terminar con el bipartidismo y solucionar todos los problemas a golpe de socialdemocracia en prime-time: Pablo Iglesias v2.0. Los argumentos sobre por qué el sorpasso que tanto llevaban anunciando con fanfarrias como buena nueva que era ha quedado en perder un millón de votos en seis meses van del contubernio de presidentes de mesas que han hecho desaparecer ese millón de votos a que este millón de votantes que decidieron no revalidar el voto en la formación de PI2 son todos un atajo de anarquistas. Con lo que el twitt adquiere ese punto de cinismo hasta la nausea con un argumento que, igual, es más o menos así:

Como los que se oponen a los desahucios son unos antisistema y como hay un millón de personas que no han votado al amado líder, está claro que han sido los antisistema y por tanto «que se jodan».

Como no se si eses el argumento (el FSM quiera que no sea ese, pero dispuesto estoy a apostar dinero a que lo es) voy a comentar dos cosas.

La primera es que ojalá los antisistema radicales y anarquistas fuéramos 1.200.000 personas. Con esa cantidad de antisistema y anarquistas lo de las elecciones y su resultado serían la menor de las preocupaciones de la señora Botín, de los señores del PP y cia. Con esa cantidad de personas movilizadas no habría un día de calma como los que hay constantemente.

La segunda es la falsa dicotomía de que las cosas se defienden en la urna o en la calle y que si haces una no puedes hacer la otra. Partiendo del hecho de que es una decisión personal de cada uno, no recuerdo que al votar tuviera que firmar un acuerdo de «mansedumbre» por el cual pasaba a ser un borrego para los siguientes cuatro años ni tampoco recuerdo que por acudir a una okupación de un edificio quedara inhabilitado para ir a meter una papeleta en una urna cuando lo mandara papá estado.

Así pues, me cabe preguntarme si todas las personas que votaron a Podemos en su nueva forma UP acudían diligentemente a las movilizaciones y acudirán a las próximas que han de venir contra los recortes. Porque imagino que, dado que este señor (y otros) culpaban a los que se movilizaban de no votar a su formación (parece que fueran de Buenos Aires, el ombligo del mundo) es porque ellos no dudan en votar y participar en toda convocatoria de movilización en la calle que se cruza en su camino. ¿Verdad? Porque, en su argumentación, asumen que los que van a stopDesahucios son todos votantes de Podemos e incluso el mismo desahuciado y sus hijos menores de edad también lo eran. Pero, por lo que se ve, cometieron el tremendo pecado de no votar al líder, por lo que «ajo y agua» (sic).

El ‘estado de derecho’ explicado a un niño de ocho años

Hola Jaimito, seguramente en el colegio te hayan contado que en España existe una cosa llamada policía que está para protegerte de las malas personas que te pueden querer hacer daño. Es más que probable que hasta algunos policías hayan acudido a tu colegio a contarte como hacen su trabajo. Habrán realizado una demostración con unos perros listísimos y muy guapos que buscan sustancias malas malas, malísimas, y hasta te habrán enseñado los escudos y las escopetas que usan cuando personas muy enfadadas sin motivo deciden romper las calles, o asaltar comercios o cosas así. Esa gente, Jaimito, realmente no han ido a contarte cual es su trabajo. Han ido a decirte cómo debes pensar que es su trabajo. Porque así, cuando crezcas y veas la televisión, verás que en las noticias repiten los mismos mensajes sobre los policías evitando que personas malas hagan cosas malas. Y cuando seas adulto sabrás que si la policía sale en las noticias pegando con una porra a una señora mayor, es porque esa señora es mala y algo habrá hecho. Así no pondrás en duda, jamás, el motivo por el que esa gente está tan enfadada, o por qué esa señora llega a enfrentarse con un hombre del tamaño de un ropero abierto sin más arma, ella, que sus manos debilitadas por la edad y la vida.

Lo que no te van a contar jamás, Jaimito, y esto tendrás que descubrirlo tú, es que eso que te han contado es una gran mentira. Si, hay gente mala que hace cosas malas. Pero hay ocasiones en las que esa gente mala, sobre todo si además de mala es gente importante y con mucho dinero, jamás tendrá que temer a la policía. Porque lejos de recibir sus golpes, será protegido por ella. Hace poco hubo un señor muy poderoso, director de un banco, que robó los ahorros a miles de personas. Por su avaricia llevó a muchas miles de personas a dormir en la calle, porque el banco les ha echado de su casa. ¿Y sabes qué? Que quien realmente ha ido a echar de sus casas a esas personas por no poder pagar una deuda ilegítima, ha sido la policía. Con los cascos, las porras y las escopetas que te han enseñado en el colegio, esa policía ha echado de sus casas a miles de familias; muchas con niños como tú. Y todo para que un banco, que hemos pagado con el dinero de todos, pueda ser un poco más rico a costa de personas pobres y necesitadas. ¿Y sabes lo peor? Que esa persona que robó tanto dinero al banco sigue siendo defendido por la policía para que las personas a las que ha robado no le molesten.

Esto, Jaimito, es lo que algunas personas llaman «estado de derechos» porque dicen que la policía está para proteger y servir. Lo que no te dicen es que no están para protegerte a ti, sino a los ricos, a los poderosos, a las grandes empresas. Y para protegerles a ellos golpean, disparan e incluso llegan a matar a personas inocentes que lo único que piden es, que ironía, un derecho.

Hoy un montón de esos policías han ayudado a un señor que se benefició de una amistad para comprar muy barato una casa que era de todos, tuya también, a echar a la gente que la estaba habitando. Porque ese señor compró una casa vieja que era de la ciudad para derruirla y construir pisos de lujo. Pero como cuando la compró no podría vender bien los pisos, el señor decidió dejar la casa cerrada durante años y años y años. Un día una gente, cansada de ver casas vacías que eran de todos, decidieron entrar y darle uso. Organizaron cursos de danza, representaciones de teatro, una biblioteca, una sala de estudios, una sala para reunirse gente a hablar sobre sus vidas… hace meses un juez dijo al señor que no podía echar del edificio a esa gente que le gusta tanto bailar y cantar y decorar con pintura las paredes. Le dijo que esas personas tenían derecho a estar ahí. Hoy ese señor ha ido a la casa y ha echado a la calle a la gente que la habitaba. La policía ha aparecido y en vez de proteger a los débiles y ayudarles a recuperar el espacio que han llenado de vida, les ha pegado, les ha detenido y ha ayudado a ese señor malo, ese señor ladrón, a salirse con la suya.

Esto no te lo contarán en el cole, por eso te lo cuento yo aquí.

Caza de brujas

El encarcelamiento de los dos titiriteros de la compañía «Títeres desde abajo» no tiene otra definición que «caza de brujas». Echar un vistazo al auto que les ha mandado a prisión es un ejercicio de contención propio de gente muy templada y con nervios de acero. El texto del auto del juez deja claro que no iban a por ellos de forma casual, «porque un padre se sintió ofendido y les denunció». No cabe duda que el denunciante estaba ahí, justamente, para denunciarles ante la policía. Algo parecido a lo que hizo el ABC contra el espectáculo de Leo Bassi «Revelación».

No les mandan a la cárcel solamente porque durante la obra saliera un cartel con el texto «Gora Alka-Eta» descontextualizando la pancarta al extraerla de la obra. En el mismo auto se hace referencia a que en el cartel de la obra se veía la portada de un libro llamado «Contra la democracia» escrito por «Grupos Anarquistas Coordinados» y que, por tanto, comulga con lo que dice el libro. En este caso el juez actúa como lo hacía Tomás Moro, mandando a la hoguera a todo inglés que tuviera en su poder una biblia traducida del latín a su lengua materna. El juez no entra a valorar si los dos titiriteros habían intentado «derrumbar» la democracia poniendo bombas; les manda a la cárcel por poner, en un cartel, una portada de un libro. Eso es asunto suficiente para enviarles a la hoguera.

No les voy a aconsejar que se lean el libro pero se lo pueden descargar de aquí. Y no se lo recomiendo no porque les vaya a entrar unas irrefrenables ganas de quemar cosas bonitas y poner petardos gordotes con su lectura, no. No se lo recomiendo porque no es sencillo de leer, porque para mi gusto no es todo lo bueno que debiera para la fama que tiene y porque tiene un par de patadas considerables a la historia de la Grecia clásica. Ese libro es una crítica a esta cosa que llaman democracia pero que no lo es. Es una crítica a este sistema representativo basado en que el pueblo no gobierna, sino que delega la decisión en una gente que lo hace en su nombre. Y no, no dice como poner bombas, ni tiene un callejero con objetivos contra los que atentar ni nada de eso. Es un simple tratado político más, del montón, sobre la democracia.

Pero este juez decide que ya no solo haber escrito el libro es constitutivo de terminar ante el Santo Oficio. Leerlo es delictivo, difundirlo es delictivo y poner la portada en un cartel es delictivo. Es, simplemente, una locura de proporciones bíblicas (por continuar con la referencia al quema herejes Tomás Moro, santo patrón de los Políticos y Gobernantes). No hay duda que es una caza de brujas contra el movimiento libertario; los más de 20 detenidos que llevan ya acusados de poner aquel petardo en la basílica del Pilar de Zaragoza que luego se ha demostrado, una y otra vez, que eran inocentes. No es más que otro paso en la represión contra las personas que militan en organizaciones anarquistas amparándose en una ley «antiterrorista» promovida y ampliada por PP + PSOE en la que cabe todo. ¿Todo? Bueno, no, el franquismo, por ejemplo, no cabe. Es, sólo, un traje a medida de la disidencia, que se ensancha o estrecha para meter dentro solamente a aquello que se quiere silenciar. Que a falta de un nuevo caso Scala buenas son tortas

La épica del emprendedor

Me permito el lujo de tomar como título parte de una notable entrada de @ComandanteVimes en su blog: La épica del trabajo asalariado, para aumentar este otro notable artículo que he leído hoy en La Marea: El perverso discurso del emprendimiento. Me permito el lujazo de apostillar, con el fin de ampliar, tres detalles que echo en falta en el artículo de La Marea y considero importantes para tener una visión aún mayor de ese timo que llaman «ser emprendedor» en España.

El mito del garaje

En el mensaje martilleante de que hay que emprender como salida a esa «humillación» que es no tener trabajo (sic) se recurre muchas veces al ejemplo de Steve Jobs «que empezó en un garaje». No hace falta ser amplio conocedor de la biografía del fundador de Apple para ver lo falaz del argumento «empezó en un garaje». Con una lectura en diagonal de la entrada en la wikipedia se ven suficientes argumentos que desmontan este mito.

El más significativo y que va a enlazar perfectamente con el tercer punto que voy a poner en esta entrada, es la relación del joven Steve con el gigante Hewlett-Packard. Y es que en los años 70 el gigante de la electrónica, y más concretamente ingenieros que trabajaban en dicha empresa, organizaban seminarios y demostraciones para jóvenes de la zona en la que tenían acceso a investigaciones y a las máquinas que se estaban desarrollando. Ahí es donde tiene su primer trabajo, antes incluso de ir a la universidad. Ahí es donde conoce a Wozniak. Va a la universidad que abandona por su alto coste (oye, este detalle no se suele comentar mucho en España) y trabaja para Atari. Luego viene la parte del garaje. Es obvio que Jobs no era un estudiante común ni una persona común. Es obvio que el empuje que empresas como HP hacían mediante clubes de fans como el Hewlett-Packard Explorer Club tampoco es común, al menos en España. Es decir, Jobs no fue una persona normal que se metió en el garaje de su casa y construyó de la nada el Apple I.

La analogía que hacen es claramente interesada. No, usted, señor emprendedor, no va a ser Steve Jobs, ni Bill Gates, por mucho que se meta en su garaje a trastear con un ordenador y una pistola de soldadura. Ni siquiera en EEUU, en Silicon Valley, ha habido muchos más que hayan llegado al nivel de estos dos señores. ¿Porque no ha habido nadie más que lo haya intentado? No, claro que no. Ha habido miles, decenas de miles que lo han intentado y se han quedado en el camino. Decenas de miles que no se cuenta que existieron porque ahora en vez de emprendedores trabajan con contratos por cuenta ajena en Google, Wall-Mart o el badulaque de Apu Nahasapeemapetilon. Hablar del «éxito de emprender» poniendo como ejemplo a Jobs sin hablar de los miles que han terminado con enormes deudas es una falacia; concretamente Cherry-Picking. Es como hablar de lo bueno que es hacerse militar asumiendo que todo el que entra en el ejército va a terminar como Dwight D. Eisenhower.

Tú emprende y nosotros maquillamos las cifras del paro

Otra parte importante del engaño del emprendimiento, que no tiene nada que ver con lo anterior, es el maquillaje de las cifras de personas sin trabajo. Por cada persona sin trabajo que deja de estar apuntado en el SEPE para «ser emprendedor» el gobierno suelta una carcajada. No porque vaya a crear riqueza, que probablemente no vaya a ser así, sino que ya tienen, de golpe y porrazo, una persona menos sin trabajo, una persona más con un «empleo».

Emprendedor en España. Mitos y leyendas.

Al principio de la burbuja inmobiliaria estuve en un cursillo de gestión de start-ups y de los pasos necesarios para su creación a nivel legal. Si, todos hemos tenido un oscuro pasado ¿qué pasa? En ese cursillo, allá por el 2003, el profesor se lamentaba por el hecho de que era muy complicado, por no decir imposible, conseguir que una empresa asentada, cualquiera que fuera su sector, promoviera mediante inversiones a empresas que estaban naciendo o en expansión. Decía, con razón, que las empresas preferían invertir ese dinero en ladrillo porque «da muchísima más rentabilidad a corto plazo; ninguna empresa puede dar un 25% de incremento en seis meses cosa que si hace la compra venta de inmuebles». Si ahora cualquiera de los emprendedores que ha promovido el gobierno mediante su propaganda mentirosa llama a la puerta de una empresa de su sector para obtener financiación las carcajadas se oirán desde el otro lado del océano. En mis 16 años de currante solo he visto una empresa que dedicara parte de sus beneficios al fomento del software libre que usaban como base de su negocio. Solo he conocido una empresa que daba a fin de año una parte de sus beneficios a Debian, dado que toda su infraestructura estaba basada en dicha distribución de GNU/Linux. ¿Cómo esperan que salga un Steve Jobs o un Bill Gates de un mundo empresarial tan costroso en el que los beneficios de las empresas van a parar a las cuentas en paraísos fiscales de los empresaurios? ¿Cómo va a fomentar el emprendimiento dichoso que no haya una sola empresa dispuesta a apoyar la innovación y el software libre que les sirve para obtener los beneficios que obtiene? Teniendo en cuenta esta dudosa ética que hace que empresas que deben el 100% de su negocio al software libre ni siquiera se planteen colaborar a sustentar a los desarrolladores que les permiten tener el negocio abierto ¿cómo se permite el gobierno el lujo de decir a la gente sin trabajo que emprenda, que son unos vagos y unos vividores por cobrar unos subsidios a los que tienen derechos?

Respuesta a Juan Manuel de Prada

Hoy he leído esta columna que ha escrito un tal Juan Manuel de Prada en un periódico católico de tirada nacional y no me he podido permitir el lujo de no contestar a sus tonterías.

Afirma el señor de Prada que Francia «apoyó las llamadas «primaveras árabes» acaudilladas por islamistas de la peor calaña.» y obvia el hecho de que España, más concretamente los diferentes gobiernos españoles, encabezados por Zapatero y Rajoy, también han apoyado y siguen apoyando a esos «islamistas de la peor calaña». Obvia también que el rey emérito español, Juan Carlos Borbón, es íntimo amigo del rey de Arabia Saudí, aliado en la zona de Daesh (a.k.a. Estado Islámico, antes ISIS…). Claro que también omite un dato importante al que volveré luego.

Dice el señor de Prada «No debemos olvidar que Francia se ha empleado con denuedo en la erradicación de todo régimen nacionalista árabe que supusiera un dique contra la expansión del islamismo, llegando a intervenir de forma especialmente repugnante en Libia». Lo de intervenir de forma repugnante se refiere a derrocar al dictador Gadafi. Un señor que desde que acogió a los terroristas que volaron un B-747 en Lockerbie fue tratado como un gobernante terrorista y solo salió de esa lista cuando empezó a negociar la venta de gas natural a los gobiernos europeos. Seguramente lo vendía más barato que Argelia. ¿Otra teoría de por qué le parecerá repugnante a este señor el derrocamiento de Gadafi? Supongo que porque éste regaló un bonito caballo a Aznar. Como dato curioso, en el atentado de Lockerbie murió más gente que en los terribles atentados del viernes 13 en París: 270 personas.

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De nuevo es más importante lo que no dice que lo que si. Habla de los bombardeos de Francia a la infraestructura petrolífera Siria pero no dice que es mediante esa industria, y con la connivencia de los compradores, como se está manteniendo económicamente Daesh. Tampoco dice nada de los bombardeos de Turkia, comandada por el amigo de Rajoy, Erdogán, de la población Kurda. Pero eso es mucho pedir, supongo.

Aquí viene la chicha. Empezamos a lo grande: «… no podemos dejar de deplorar que el pueblo francés haya sido elegido como víctima del terrorismo que apoyan sus gobernantes traidores.» Cambien «francés» por «español» y sitúense en el 11 de marzo de 2004. Sobran las palabras. Seguimos pero en otro párrafo que lo siguiente es muy JRANDE.

«Nos duele en el alma que la nación católica que en otro tiempo fue denominada «primogénita de la Iglesia» se haya convertido, tras dos siglos de destructiva exaltación de los deletéreos ideales revolucionarios, en el principal centro irradiador del veneno que está destruyendo Europa, que no es otro sino la renuncia a los principios que fundaron su civilización, la insensata exaltación del laicismo» … un momento ¿no estábamos hablando del terrorismo yihadista que ha matado a 130 personas en París? Pues se ve que eso ahora es secundario. Se ve que ahora lo que está envenenando y destruyendo a Europa no son ni los atentados de fanáticos religiosos ni el racismo de otros fanáticos. No, lo que nos está destruyendo es la exaltación del laicismo.

Sigue el tipo la frase anterior con: «…la negación de las leyes naturales y divinas que nos ha convertido en una papilla de gentes amorfas, aferradas a sus placeres embrutecedores y a su esterilizante bienestar material.» Si, amigos. La negación de la gravitación universal y de los principios de la termodinámica … ah, no ¿divinas? ¿Qué leyes divinas, las de la biblia? ¿Estas, por ejemplo?

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Y termina con esto: «Nos duele terriblemente pensar en las almas de esos 129 inocentes ametrallados por las alimañas yihadistas, que mientras fueron masacrados ni siquiera pudieron rezar una oración a Dios, porque ya no creen en Él,…» Señor de Prada, hay una gente que el 13 de noviembre si estuvo rezando mientras esas 129 personas eran asesinadas bajo un mar de balas: concretamente los que portaban las ametralladoras. En su columna, que rezuma ignorancia y odio al no católico, apostólico y romano, aporta unos argumentos en contra del laicismo comunes, casualmente, con los asesinos: esa máxima católica que decía «extra ecclesiam nulla salus»; «Fuera de la iglesia no hay salvación». Tiene usted el mismo argumento que los que han asesinado a esas 129 personas. Por suerte usted no tiene acceso a un kalasnikov porque no dudo que, llegado el momento, lo usaría sin miramiento contra los que considera infieles por no rezar a su muñequito imaginario.

Queda claro cual es el peligro de que acecha a Europa: el integrismo religioso. Pero no solo el de los islamistas radicales; sino también el de los sionistas, ortodoxos y católicos recalcitrantes como usted que ante un asesinato perpetrado por unos fanáticos religiosos le importa más que los asesinados no estuvieran rezando que el hecho de que fueran motivaciones religiosas los que llevó a que otros les mataran. Motivaciones religiosas que, insisto, usted comparte con los asesinos.

Dato importante 1: ISIS o sus marcas comerciales posteriores son dirigidos por ex-generales Iraquíes fieles a Sadam Husein. ¿Recuerdan aquella guerra que «nos traerá riquezas inimaginables» como dijo el hermano del entonces presidente de EEUU en el mismísimo congreso de los diputados españoles, el señor Jeff Bush? Bien, pues de aquellos polvos, estos lodos.

No es rojinegro todo lo que reluce

Aquí viene una pataleta personal. Si usted es fácilmente impresionable o cualquier crítica a sus dogmas en torno al anarcosindicalismo le hacen golpearse el pecho y blasfemar en nombre de Bakunin, Kropotkin y la primera internacional, le invito a dejar de leer.

…. lo digo en serio….

… bueno, luego no me lloren.

A finales de septiembre tuvimos asamblea en el sindicato. He de decir que el sindicato tiene una característica curiosa. Hay una fuerte diferencia generacional entre la mayoría de los «yayos» y los que llevamos menos años. Digamos que hay mucha gente de 50 para arriba, mucha gente de 40 para abajo pero casi nadie entre medias, y se nota. Igualmente hay mucha gente que lleva más de 15 años, mucha gente que lleva 5 ó 6, pero casi nadie en medio. Y esto también se nota.

Puestos en situación, un punto del orden del día versaba sobre los dineros. Ay, los dineros. Pero para ser precisos sobre los dineros que se obtienen de la venta de participaciones de lotería navideña (si, si, en un sindicato que se dice anarcosindicalista) y, lo más importante, la cantidad que de ese dinero se lleva el estado (sindicato anarcosindicalista financiando al estado. No es que tengamos subvenciones, que también, sino que además ayudamos a sostener las arcas del estado…). En un momento del fragor del debate, que adquirió tintes de batalla barriobajera con navajazos traperos y puñados de arena arrojados a los ojos del contrincante, saltaron, los mayores, con los argumentos de-fi-ni-ti-vos:

  1. Que se vende lotería porque es tradición. (Como rezar a San Eusebio el 26 de septiembre, matar toros en una plaza o… atentos que vienen curvas…)
  2. «Si vamos a romper con las tradiciones, quitamos la bandera rojinegra». Si, amigas, hay gente en este sindicato que piensa, o cree con piadosa devoción, que parece ser el término más adecuado, que tenemos banderas rojinegras por tradición.
  3. Cuando alguien dice que hay que dejar de vender lotería porque es una cuestión ideológica alguien salta con «es que no vamos a hacer las cosas por ideología». Si señor. Entre que tenemos las banderas por tradición y que no nos vamos a mover por ideología empecé a pensar que igual en la sala había un 10% de votantes de Cuñadamos.

Pero claro, es que toca los dineros. Porque aunque tenemos subvenciones y algunas secciones tienen unas cuentas corrientes que ya quisiera yo para mi mismo, aquí nos pegamos por 7.000€ como si nos estuvieran robando la vida. 7.000€ en total, a repartir entre todos, en un sindicato con más de 3.000 afiliados. ¡¡Que hacen una colecta y salimos a menos de 2,50€ por barba y sobra para comprar litronas!! Y cuando nos tocan los dineros, saltamos con los argumentos más chanantes que alguien se pueda echar a la cara. ¡Cuanto daño ha hecho Sálvame a las asambleas!

Pero la cosa no queda ahí, ojalá. Más adelante del debate cambiamos de punto, y entramos en una pelea personal que no viene a cuento. Un compañero que parece que colecciona los títulos de secretario de algo (ahora mismo tiene tres pero debe guardar varios más colgados junto a la chimenea en plan trofeos de caza) está peleado con una compañera. En un momento del nuevo debate barriobajero, alguien salta con el mega argumento definitivo de la muerte y ya no se que más calificativos decir:

«Cuidado que Pepito no es un afiliado más, es secretario general de bla bla, de bla bla bla y de blo blo»

Si, señoras y señores. Con esta gente hay que lidiar. Es una pena que gastemos más fuerzas en estas cosas que en plantar cara al empresario. Es una pena que, con la de cosas a las que hay que oponerse, varias estén dentro de la organización. Es una pena pero es que a uno le dan unas ganas tremendas de mandarles a la mierda, sinceramente, e irse dando portazo. Y que se metan sus dineros, sus plenarias y sus mierdas de sindicato vertical por donde menos placer les pueda dar.